jueves, 29 de octubre de 2015

Lo que viene con las crisis


            Para nadie es un secreto que nuestro país no se encuentra en s u mejor momento, no sólo por la terrible crisis económica que estamos atravesando, la falta de confianza en las instituciones del Estado o de transparencia en cómo es manejada la justicia, los asuntos financieros e inclusive cualquier investigación, por hablar de  aspectos algo más tangibles, sin embargo al hablar de el fenómeno que ocurre actualmente en Venezuela debemos detenernos  para hablar largo y extendido de la crisis de moral que afrontamos, y ¿de qué hablo exactamente?. Púes para empezar tenemos la tasa más alta de embarazo en adolescentes de Latinoamérica, una de las tasas de homicidios más altas del mundo, situando a Caracas entre los primeros puestos durante varios años seguidos en lo concerniente a rankings sobre muertes violentas; nuestras cárceles no se quedan atrás en lo que respecta a la violencia, trasladando esos microcrosmos del crimen, el consumo de drogas, alcohol a las llamadas Misiones Vivienda.
A todo lo mencionado con anterioridad, tenemos que añadirle la polarización política, la escasez, migración de familiares o amigos, el bachequeo y colas interminables, lo cual ha repercutió irremediablemente en la salud mental del venezolano, aflorando emociones tales como la rabia, frustración, miedo, las cuales son aceptables, pero en el caso venezolano han llegado a nuevos límites, ya que las mismas han venido perdurando en el tiempo, lo cual ha desencadenado el aumento de trastornos tales como,  estrés post traumático, paranoia, depresión, fobias sociales, trastornos de ansiedad generalizada, ataques de pánico, trastornos del sueño, entre otros. Igualmente problemas con el consumo de alcohol, cigarrillo y drogas se han disparado, puesto que son vistos como métodos rápidos de desconexión con la realidad problemática que atravesamos. Ahora bien, estas sustancias son la causa de problemas mayores puesto que inciden en el funcionamiento del organismo, y están asociados a enfermedades tales como, infartos, problemas del corazón, diabetes, ACV, cáncer, cirrosis entre otras, lo que a su vez es otra situación de estrés tanto para el paciente, como para los familiares, complementado así el cuadro de problemas.
Es, esta crisis en lo que respecta a la salud mental, o lo social lo que me concierne como estudiosa de la conducta y preocupa, por ello he aquí unas recomendaciones:
-Aceptar que hay cosas que yo no puedo cambiar, como el país, la mentalidad de todos los venezolanos, la viveza criolla, entre otras, pero que SÍ puedo cambiar mi actitud ante cosas siendo mejor ciudadano, siendo educado y ¿cómo haces esto?. Simple: diciendo estas palabras mágicas “gracias, por favor, buen día, de nada o a la orden”.
-Regálale una sonrisa a 10 personas cada día, empezando por el más importante, la persona que ves cada día en el espejo.
-Ten una actitud positiva, aunque las cosas vayan mal o parezcan imposible de mejorar. Una psicóloga de Harvard descubrió en un estudio que las personas que aunque se finja una sonrisa, una actitud, constantemente se vuelve en algo real.
-Plantéate un objetivo en la vida. Las personas que tienen un sentido de vida o un por qué luchar pueden sobrevivir o pasar las pruebas más difíciles. Un psicólogo llamado Viktor Frankl sobrevivió en los peores campos de concentración durante la II Guerra Mundial porque siempre pensó y se planteó  cómo contaría a los demás lo que vivía en ese infierno.
-Ten una vida social activa, pero no sólo por Facebook o Instragram, reúnete con amigos, colegas, familiares, para comer, charlar de temas que no te generen estrés, también puedes unirte a un club, grupo o practicar algún deporte o hobby que te guste y motive.
-Llevar un diario o cuaderno de notas ayuda a desahogarse y drenar, más que una botella de cerveza que puede llevarte a la muerte.
-Sal de la rutina, no es necesario hacer un viaje o gastar mucho dinero, sólo cambia la ruta por donde te movilizas,  cambia de look,  come algo distinto o nuevo, háblale a alguien que jamás le hayas hablado o simplemente intenta algo diferente.
-Contempla la naturaleza, aunque sea el jardín del vecino, lo distintas que pueden llegar a ser las plantas, los animales e inclusive los humanos, aprécialo.

-Finalmente, si te sientes muy agobiado, estresado o deprimido acude a un psicólogo, no son para locos, sino para personas con dificultades, problemas, o que desean una opinión experta en referencia a una situación. Los brujos, gente del tarot, santeros, etc, sólo quieren tu dinero,  porque la única persona que puede solucionar sus problemas eres tú si estás dispuesto. Otros profesionales pueden ser coach, orientadores de la conducta, pastores e inclusive sacerdotes.

lunes, 19 de octubre de 2015

No se está listo para la muerte

No se está listo para la muerte
Aunque sepa lo que va a pasar
No se está listo para la muerte
Aunque sepa que moraras en paz
No se está listo para la muerte
Aunque tu recuerdo este encendido como llama eterna
No se está listo para la muerte
Aunque en mí tu vivas pro siempre
No se está listo para la muerte
Aunque haya vivido esto con anterioridad
No se está listo para la muerte
Aunque en mi sueños te pueda encontrar
No se está listo para la muerte
Aunque te encuentre luego en mi final
No se está listo para la muerte
Aunque ya sepa el final porque duele y dolerá
No se está listo para la muerte

Así y así será nunca estaremos listos para dejar…

martes, 13 de octubre de 2015

Travesía en Maiquetía Parte II

Lo primero que hizo que hice al tener mi maleta en mis manos fue notar lo poco que pesaba, en comparación con antes, al abrirla rápidamente note que faltaba muchas cosas, y que faltaba, pues esto:
-6 relojes, 2 bolsos deportivos, 6 perfumes, una cartera, una plancha para el cabello, el cable de mi laptop, mi kindle touch, 2 paquetes de chocolates grandes,  4 jabones de tocador, 4  potes de vitamina C , 2 de potes de Centrun, 3 desodorantes, 2 potes de Calcio, fueron tan carroñeros que hasta marcadores y lapiceros que traía en una caja me los robaron.
        Quiero destacar que exceptuando las cosas que hacen falta en el país las demás cosas viajaron conmigo a Canadá y no fueron robadas.
        Me tuve que trasladar en bus desde Barquisimeto esa misma noche, puesto que los reclamos se hacen directamente en el aeropuerto y no debe haber pasado más de 24 horas, des que recibí la maleta.
        Es en este punto cuando mi historia llega a un nivel de otra dimensión digno de una película de horror de los 80s. Al llegar a Maiquetía, específicamente a las oficinas de la reconocida aerolínea, primeramente la gerente no  me quiso dar el nombre del empleado que me atendió, ella lo llamo y él muy descarado me atendió sin mirarme a los ojos, su lenguaje corporal me decía que temerosos (soy psicóloga), pero se arropaba con agresividad y mala educación, éste no se me quiso identificar, y cuando le reclame  empecé a reclamarle por el hurto simplemente se escudo diciendo “ la aerolínea no reconoce objetos caros” yo aún no había mencionado las marcas o el costo de los relojes, este hombre sabía que habían cosas caras.  El hombre, al  cual llamaré “El pelón” por ser calvo que el  mismo no tenía ninguna responsabilidad y que pudo haber sido cualquiera, cuando anteriormente me había dicho que esa maltea sólo era toda por personal de la aerolínea y que tenían un circuito de cámaras internas para garantizar la seguridad de las mismas, así como acceso restringido al depósito de la aerolínea. Le interrogue sobre ello y  me dijo que él no tenía competencia para responder eso. Seguidamente apareció el jefe de seguridad quién dijo que él era el único autorizado para hablar de eso, pero que conmigo él no hablaría porque yo tenía mi celular conmigo y lo iba a grabar y que eso era ilegal, le dije que a mí me habían robado y él me viene a decir que yo soy al que comete un delito. Además le dije que a ellos les convenía averiguar y saber mi caso porque tiene un ladrón allí adentro y el hombre me grito que No, pensé que me golpearía porque se torno sumamente agresivo y empezó a gritarme que no iba a hablar conmigo, y que no me iba a atender, porque ahora no  le daba la gana, ante su actitud grosera y violenta le dije que no me gritara puesto que eso era violencia de género y que podía denunciarle, él muy descarado simplemente me volvió a gritar hazlo a ver y moviendo sus manos en señal de desprecio para cerrarme la puerta en la cara de su oficina, a la cual se accede es con llave electrónica especial, individualizada, al igual que todas las dependencias de esa aerolínea, según me comentó “el pelón “.
        Ante estas ofensas me dirigí al Órgano autorizado por el aeropuerto de índole Nacional a realizar la respectiva denuncia, pero cuál es mi sorpresa que al llegar allí me dicen los funcionarios que primero debo denunciar ante al aerolínea para que ellos me puedan recibir la denuncia, sentí tantas ganas de llorar, tanta frustración, de ver  como la injusticia, el vandalismo impera en el país y los supuestos órganos que están para el ciudadano, ¿donde están?. Ante mi desesperación, una funcionaría me tomó la denuncia y envió a otro fiscal a la Aerolínea para mediar, así como lo lees para mediar y que pudieran atenderme. Esto sin embargo no es lo más patético, lo peor del caso es que allí en los depósitos de las aerolíneas pueden asesinar a alguien según lo que me explicaron y quienes deben realizar la investigación pertinente es la aerolínea en primera instancia y luego los órganos venezolanos, me entero que los espacios de las empresas aéreas internacionales tiene una especie de inmunidad diplomática, en plan embajada.
        Finalmente fui atendida por un funcionario de la aerolínea, el jefe de maletas, quien vale la pena destacar ni me dejo pasar a las oficinas, atendiéndome en el pasillo, que cosas trato de criminal a la víctima de un hurto. Este pequeño hombre, estaba fastidiado de mí y hasta se rió cuando el comenté mis objetos perdidos, conteniéndome presté absoluta atención a  todos los pasos del proceso de reclamo,  así como la investigación que lleva a cabo la compañía.
        En primer lugar la denuncia se realiza en inglés pro mail a la compañía matriz, quien manda una orden para que los empleados venezolanos realicen una investigación interna,  luego estos resultados van a USA, donde son procesados y se admite el reclamo, en este punto pregunté qué pasaría si se descubre que fue un empleado de la empresa, porque quesera verle a la cara para decirle lo mal que está en la vida y que si quiere cosas caras que trabaje o busque otro empleo, el hombrecito, porque es bien bajito, me dijo que eso se mantiene interno en la empresa y no sale al público (impunidad, y pasan por encima de las leyes venezolanas). Mientras esto acontecía el funcionario público que sirvió de mediador conversaba amenamente con los funcionarios de la aerolínea dentro de las oficinas, este mismo funcionario me comentó posteriormente que sí quería efectividad y una respuesta hablará con alguien se tenía una “palanca” el pan nuestro en Venezuela, la única justicia en el país, el amigo, el conocido, el familiar, “LA PALANCA”, hasta cuando esta justicia de nepotismo, es que no somos todos iguales ante la Ley, es que no hemos pasados más de 15 años escuchando un discurso que promueve valores de equidad e igualdad, púes déjame decirte que no, aún nos carcome el cáncer de tiempos pasados, quizás porque lo único que hemos cambiado es los colores de los partidos que nos gobiernan, pero seguimos con la misma mentalidad de hace más de 50 años.
        Tras estos baldes de agua fría, decidí irme a comer algo, porque mis fuerzas se estaban yendo, no por el cansancio sino por la decepción. Tras la pausa, retomé mi travesía de denuncias, esta vez, fue en el puesto de la Guardia Nacional, donde unos de sus funcionarios claramente me dijo, no pierdas tu tiempo con esto, si le pedimos las cámaras a las aerolíneas, nunca se ve lo que grabaron ese día, o están dañadas, entre otras, ellas siempre se salen con la suya. No se supone que en nuestro territorio nacional este tipo de abusos de empresas extranjeras no deberían de estar sucediendo, de nuevo te digo siguen pasando.
        Por no dejar, fui hasta la Fiscalía, donde una señora muy amable y consiente de las mafias, los robos que ocurren en el aeropuerto, me atendió y envió a otra oficina de la Fiscalía donde, me dijeron simplemente que la posibilidad de encontrar un culpable o la verdad era mínima, puesto que era muy difícil investigar ya que las aerolíneas son las que tienen el acceso total así como control de esas áreas, con este último discurso me convencí de la profundidad de la crisis moral y social que vive Venezuela, que va más allá de una sociedad polarizada, llegando a niveles estratosféricos, donde el sistema de derechos es un sueño utópico, así como la justicia.
        Hace ya cuatro meses de todo esto, sólo te puedo decir que la aerolínea me pago, y que puedo comprarme con eso pues el cable de mi laptop y la plancha, no hubo nota de disculpas, ni culpables, a esta hora, ese ladrón o ladrones atarán llegando a sus casas de su trabajo en el aeropuerto de Maiquetía, aguardando otro vuelo que llegué de Miami para emboscar a otro incauto.


miércoles, 30 de septiembre de 2015

Travesía en Maiquetía

¿Qué es más traumático, salir o entrar a Venezuela?
Lo que vas a leer a continuación es una historia real, me paso a í y quiero compartirlo contigo para que primero tengas cuidado y segundo como prueba de lo mal que estamos en este país en material moral, otra signatura que reprobamos.
               Realicé un viaje a Canadá, donde estuve estudiando inglés y viviendo el año pasado, allá dejé parte de mis pertenencias puesto que tuve que regresar a  Venezuela  de forma rápida pro un desprendimiento de retina que tuve. Este año viajé con un aerolínea norteamericana muy famosos y reconocida, todo un símbolo de ese país, puesto que su logo tiene mucho de la escancia de esa nolición, es en este punto cuando quiero hacer una pausa al relato para comentarte que de por sí viajar a Venezuela o al exterior desde al cuan de Bolívar es casi una travesía digna de un libro de aventuras juvenil, por diversos motivos muchas aerolíneas, como LAN, ALITALIA, AIR CANADA, entre muchas otras hace tiempo dejaron de volar hacia ese país, aunado al desastre cambiario el cual cotiza a un pasaje en más de 12 salarios mínimos, si no me creen saquen cuentas o coticen un pasaje en una agencia de viaje. Eso no es todo, porque algunas aerolíneas o agencias ofrecen sus pasajes en dólares,  cuyo precio en el mercado negro es bien conocido por todos. Hasta aquí, ya te he descrito un poco lo difícil que es conseguir un pasaje,  ahora bien mi historia no es sobre cómo no me paso la tarjeta o algo por estilo, no es cómo los venezolanos hemos caído tan bajo en material moral.
               Tras realizar mi viaje de un mes a Canadá regresé el 6 de Junio, en la aerolínea americana que ofrece vuelos a Canadá, haciendo escala en Miami, yo fui al país del norte a buscar mis pertenencias en casa de mi hermano, quien vive y trabaja legalmente en dicho país, tras un mes de seguridad, educación de la gente, limpieza en las calles, 0 bachaquerismo, pillaje y viveza llegué a Maiquetía llevando conmigo tres maletas (por la tercera pagué 180$)  y mi bolso de mano. Por motivos de Seguridad cuando hice migración en los Estados Unidos, ciertos artículos que llevaba en mi bolso de mano fueron guardados en mi maleta, vale la pena destacar que fueron 6 relojes y mis accesorios, así como otros artículos. Finalmente aterrizamos, para mi decepción una de las maletas había sido olvidada en Miami, esto me indignó porque estoy pagando un dineral para traer esa maleta extra y estos me la dejan, debo decirte que el empleado de la aerolínea, al cual llamaré “el pelón” me trato rudamente, sin embargo me aseguró que mi equipaje estaría sano y salvo para mañana porque la aerolínea contaba con un circuito cerrado de vigilancia y cámaras y que sólo personal de la empresa tenía acceso a ella, le creí puesto que he había viajado con esa empresa y pensé que al ser americana la cosa sería distinta.

               Estaba muy equivocada, puesto que primero al maleta llegó a los tres envuelta con un plástico extraño y con el candado más que abierto, y pesando muy poco puesto que me había robado casi todo su contenido, sólo me dejaron ropa sucia, no daré detalles de lo robado, pero si les digo va desde  relojes, perfumes, carteras, lapiceros, vitaminas, desodorante, shampoo, zarcillos de fantasía, un  chocolates y demás. De inmediato tomé un bus y me fui al aeropuerto, porque soy del interior del país. Es en este punto que ocurrió lo peor… eso lo contaré despúes.

viernes, 1 de mayo de 2015

Desde la cárcel


Hace algún tiempo tuve la posibilidad de trabajar en una cárcel venezolana, para ese entonces el Centro Penitencial de Centroccidente, mejor conocido como Uribana, era una de las cárceles más peligrosas de América Latina y quién sabe si del mundo.
Me desempeñaba como psicóloga, en una Junta Evaluadora que debía establecer un perfil  de cada interno, yo no era la única en el equipo, porque un abogado, un sociólogo o trabajador social, y endocrinólogo me acompañaban, en ocasiones también participaba un médico psiquiatra. Nuestro trabajo consistía en evaluar de forma individual a los privados de libertad, luego de entrevistar debíamos discutir su situación y posible o no reinserción social. Es en este último punto donde quiero hacer énfasis, porque según mi análisis  y opinión es uno de los factores más importantes en los altos índices de criminalidad en el país.
         Tuve la posibilidad de entrevistar y evaluar al 50% de la población femenina de la prisión,  así como a una muestra bastante representativa de la sección masculina,  además de mi grupo se encontraban en Uribana siete equipos más haciendo lo mismo, con los que discutíamos y hablamos de los casos. Quiero añadir que para ese momento no se encontraban separados los penados por su grado de peligrosidad, además para ese momento la mayoría de las mujeres privadas de libertad se habían mudado a la sección masculina y finalmente a Uribana llegaron 400 privados provenientes del Rodeo, quienes fueron sobrevivientes de la masacre y guerra , tras la cual la prisión fue pacificada.
         En esos momentos tan convulsos de la prisión se produjeron varios cambios en su dirección y manejo del personal, lo cual se vio reflejado de inmediato puesto que se nos tenía la entrada negada hasta que Iris Varela en persona recorrió las instalaciones e hizo arias treguas con los Pranes para la realización de nuestro trabajo dentro del Penal.
No hablaré mucho sobre las condiciones de los privados dentro del penal, sino más bien de su psique y personalidad.
         Quiero empezar definiendo el primer grupo que capto mi atención ya que constituye el más numeroso de mi estudio, los voy a denominar “los Jimmy” puesto que así se llama el primero de ellos que entrevisté. Las características de “los Jimmy “eran las siguientes:
         Empezaron su vida criminal antes o en los 10 años de edad como edad media.
Provenían de hogares completamente disfuncionales, por lo general monoparentales, de familias muy numerosas.
Se destacaba la posible de presencia de un trastorno o retraso cognitivo.
A penas conseguían terminar la educación primaria, en ninguno de los casos terminaron el bachillerato.
Los crímenes más comunes en este grupo son: el robo de autos, homicidio,  posesión y tráfico de drogas.
La vida criminal era lo único que conocían y su edad promedio estaba entre 20 y 21 años.
En la estructura de la cárcel no ocupaban cargos o no tenían responsabilidades.
La mayoría cumple con los criterios de diagnóstico de un Trastorno de personalidad antisocial, los cuales presento a continuación

 A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:
1. fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal,
2. deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer

3. impulsividad o incapacidad para planificar el futuro

4. irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones

5. despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás

6. irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia

7. falta de remordimientos.
 B. El sujeto tiene al menos 18 años.
C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años.
D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.

Es impresionante  leer estos criterios de diagnósticos aportados por el DSM IV. Que es una manual elaborado por la Asociación Americana de Psicólogos donde se fijan las condiciones para diagnosticar a una paciente psiquiátrico.
Como ven,, no se trata de simplemente de un problema de luchas de clases o de marginación social o económica, sino de un problema de salud y seguridad pública, el cual no está siendo atendido puesto que los privados son enviados a la  libertad bajo figuras jurídicas de beneficios, sin medicación o atención psiquiátrica, por lo que en su mayoría vuelven a delinquir, en algunos casos se presentan con mayor carga de agresividad,  sin embargo  lo más grave de todo es que estos jóvenes, quienes han desarrollado este trastorno sin intención, sino por un sistema escaso de oportunidades, una sociedad violenta,  familias desmembradas van a influir negativamente en los jóvenes y niños que tengan a su alrededor arrastrándolos a ese círculo, por lo que esto se ve reflejado en el aumento de las tazas criminales y en a disminución de la edad de los delincuentes.
         Además vale la pena añadir que por lo general los miembros del grupo Jimmy ya tenían hijos o mujeres embarazadas, lo que iba a prolongar la cadena de pobreza y violencia.
         Más adelante les mostraré otros grupos más peligrosos que pude entrevistar y agrupar  mientras me desempeñaba dentro de la prisión,  los Jimmy son los más peligrosos fuera de la calle, más no dentro de la prisión.


lunes, 13 de abril de 2015

El Carpintero y yo

Yo era uno de esos que  iba por las aguas del mundo, pescando lo primero que encontrara para  sobrevivir, sin detenerme a pensar o contemplar nada.
Una buena mañana un viento tempestuoso, llamado soberbia me llevo a encallar en una pequeña isla, la cual estaba rodeada por un mar desconocido para mí; el color de sus aguas eran tan cristalinas y limpias que se podía ver el fondo marino sin esfuerzo alguno, así como el carnaval multicolor de peces.
Decidí descansar en la isla para reponer fuerzas, provisiones y agua, quería tumbare  debajo  de una palmera a descansar, vaya que lo necesitaba. Repuse mis provisiones de inmediato, puesto que  en la pequeña isla había una especie de paraíso idílico, donde sólo había que estirar un poco la mano para coger un mango, por lo que comí hasta saciarme para luego tumbarme debajo de la palera a dormir. No paso mucho tiempo cuando la voz de un hombre me hizo levantarme de salto.
El hombre que me había despertado era de aspecto amable, dulce, sincero, de esos que al verlos a los ojos puedes ver su alma por la limpia que es, este humilde hombre de ropas sencillas se presentó como un carpintero que vivía en esa islita y necesitaba ir a un puerto lejano que casualmente era mi siguiente destino. Además se ofreció a reparar mi barca sin pedirme algo a cambio, lo cual me pareció hipócrita, ya que me había mencionado que necesitaba salir de la isla, lo miré con suspicacia.
Todo me pareció raro, y desconfié,  no podía montar a un desconocido en mi barca sólo porque parece bueno y se ofreció a reparar los daños en la cubierta de la barca; aunque su voz era dulce y tierna, podía haber malas intenciones en él, pero recordé que había comido y cogido variedad  de frutas que seguramente le pertenecían, por lo que sentí vergüenza y accedí a llevarlo. Sin perder el tiempo reparo mi barca con diligencia, mientras lo hacía cantaba con alegría, entonces me dijo que la alegría hace milagros.  
Con la barca lista, emprendimos la travesía. El carpintero se puso entonces a hablarme desde que zarpamos de la isla,  los temas que abordaba eran cosas que jamás había oído, como es la importancia del amor en la vida de las personas, el amor según éste hombre es el elemento transformador y catalizador de la vida de los seres humanos, sin amor según él no podemos existir. Estas palabras me causaban más confusión porque no sabía que era el existir, él me dijo que no era algo de saber sino de sentir, eso me confundió aún más.
Con el paso de los días, yo me sentía más perdido en los temas y conversaciones que planteaba al hombre, por lo que deje de oírlo y me limité a mi faena, la cual no andaba nada bien, eso me generaba tanta ansiedad y desesperación,  sin los peces no habría comida o paga. Una tarde donde no había pescado nada de la rabia lancé lejos las redes y me senté frustrado a no hacer nada, el carpintero me vio y preguntó sobre lo que me pasaba, de mala gana le conté, él sólo me pregunto si tenía la esperanza de que pudiera pescar algo, le dije que no, entonces me preguntó si tenía fe en que Dios haría un milagro, le dije que no, que esas cosas no funcionan, él se rio, tomó mis redes y las echo al mar, y en menos de un minuto me pidió ayuda para sacar la red, que estaba a rebosar de peces, mis ojos quedaron como plato por lo que le pregunté su truco, me dijo creer que las cosas pueden ser mejores y que Dios es un Dios de milagros.
  Ese día marcó un antes y después en mi relación con el carpintero, puesto que  yo quería saber qué es eso de tener fe o esperanza, con palabras sencillas, pero profundas me fue enseñando, esas palabras iban llegando a mi corazón, el cual estaba salada y curtido no por el mar, sino por la falta de amor, de fe y de esperanza.
Algo que llamaba mi tención de la conducta de este hombre, era esa paz, así lo llamaba él, paz, que no es más que el sentiré liberado de ansiedades, temores, desconfianza, duda, rabia, resentimiento y del odio. Este último era el mayor enemigo del carpintero, el cual corría todo como el óxido al hierro, por ello había que recubrir nuestro corazón con varias capas de amor, paciencia y tolerancia. Pero ¿cómo tener tolerancia o paciencia? S le pregunté, simple, me dijo sonriendo, con amor.
Me sentía como un chiquillo que regresaba a su primera lección de lectura, no había aprendido nada ese momento, de nuevo él se volvió hacia mí, con suaves palabras me dijo, “nunca se deja de aprender”. Dos lecciones en una, humildad, otra de sus palabras favoritas.
El carpintero me decía que era un buen alumno, porque era constante, perseverante y dispuesto a aprender, eso es lo que quiere un maestro de sus estudiantes, no importa que se equivoquen o fallen, porque ninguno es perfecto. Esto me consolaba y confortaba, pero sin  aún no había recibido la mejor lección de él.
Una mañana, los vientos empezaron a soplar con la fuerza de un tifón, mi pequeña barca se estremeció como nunca, las velas se agitaron tanto como el mar que nos arrastró a aguas que no conocía, allí más turbulencia y lluvia no cubrieron por completo, yo sentí terror como nunca, el miedo me paralizó y solté el timón por lo que estuvimos a la deriva, cerré mis ojos por cobardía, no quería ver los ojos dela muerte.
De pronto siento como los movimientos dejan de ser erráticos, abrí los ojos con dificultad, allí estaba el hombre con timón en mano y rostro afable, gastando todas sus fuerzas en mantener un curso para no dejarnos engullir por la tormenta. Para mi sorpresa ver su tranquilidad  me confortó profundamente, regocijando hasta el rincón más profundo de mi corazón. Volví a cerrar mis ojos, pero esta vez por el alivio de saber que este hombre nos estaba sacando de las fauces de la tormenta. Tras un rato la suave lluvia acarició mi rostro, al incorporarme lo vi sentado mirando con ojos maravillados al mar, su majestuosidad luego de una tormenta  y como se funde con el cielo en la línea del horizonte, la lluvia parecía que le refrescaba el rostro, así me sentía yo, refrescado, lavado, nuevo, se le comenté, él sólo me dijo que tras una tormenta de esas dimensiones podíamos hacer dos cosas, dejarnos vencer o aprovecharla como una oportunidad para renovar y limpiar.
Él me mostró cómo vencer al miedo cómo renovarme tras la tempestad y luego a contemplar lo bello de lo que nos rodea, con ojos humildes y abiertos ante la belleza de Dios y su obra, así como lo que su obra talla en el preciosos mármol donde el Señor los ha creado, eso me lo dijo en referencia a lo bello de un nacimiento, lo deslumbrante de la sonrisa de un niño, los cabellos grises de sabiduría y experiencia de un anciano, la pintura de un paisaje, la canción de amor o el poema de nómada. Él podía ver lo bello  y bueno en todo, así lo había visto en mí antes de que si quiera yo supiera que había eso en mí, pero ahora gracias a él ya estaba enterado, por lo que una noche vino a mí para despedirse. Yo no lo podía creer, me sentía abandonado y desnudo, pero él me dijo que seguiría allí conmigo porque yo ahora vivía en él y él en mí, como siempre quedé más confundido que nunca. Lo último que me dijo antes de dejar mi barca fue que continuase aprendiendo y utilizando en mi viaje todo lo aprendido con él, le dije que me dejaba triaste el decirle adiós, pero esto no es un adiós, porque yo te aseguro que al final de tu viaje te estaré esperando en el muelle.
Él no sólo reparo mi barca, sino mi vida, una noche dejo mi bote, pero no mi corazón.  Un buen día cuando por fin tras muchos años de navegar por los mares y siguiendo las enseñanzas del carpintero pude por fin llegar a ese muelle, donde estaba él con sus brazos abiertos esperándome. Fin.

sábado, 11 de abril de 2015

El Gueto


            Esta semana he vivido unos cuantos de episodios que me han llevado a una reflexión total y profunda sobre lo que acontece en nuestro país, todo en el marco de la Cumbre de las Américas y el Cadivazo o “Viernes rojo”, la agitación en la calle, la escasez y pare de contar.
            No quiero entrar en los detalles escabrosos de los episodios que viví, sólo les diré que los mismos fueron acontecidos en los Tribunales de la ciudad donde vivo, la sede del Poder Judicial, el cual por artículo constitucional tiene que ser imparcial, así como no tener filiación política, pero las imágenes de vivo color y gigantescas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro, así como la vehemente defensa de uno de un servidor público del Poder Judicial,  quién muy amablemente entablo un pequeño debate  sobre el porqué de las imágenes así. Esto ocurrió el lunes, el miércoles hubo otro incidente, el jueves también y finalmente el viernes, lo cual me hizo sentirme realmente desolada y devastada, puesto bajo el criterio de mi humilde lógica, no entiendo el porqué de las imágenes, de la idolatría a un hombre,  la defensa acérrima de un gobierno que ha llevado a la quiebra y destrucción del país, pero lo que me ocasionó más estupor fue la decidía e indiferencia de las personas que se encontraban en esos momentos, ellos que también padecen, sufren, se quejan por lo que ocurre en el país, guardaron silencio, ocultaron sus rostros o simplemente se hicieron los locos, como decimos aquí.
            Con todo ese ajuar de vivencias,  a cuestas  me puse a meditar, de lo que puedo concluir que lo primero fu el sentirme como una judía en la Alemania o territorios controlados por los nazis durante las ocupaciones de la Segunda Guerra Mundial, cada día que pasa, cada Gaceta que publican, siento que las personas que no nos arrodillamos a la matriz de opinión oficialista somos más y más excluidos y obligados a marcharnos del país o vivir en “el gueto” que ha creado la revolución.
            Si vivimos en un gueto que no tiene nada que envidiarle al Gueto de Varsovia, parece algo  muy alejado de nuestra realidad caribeña y del siglo XXI, pero definitivamente estos territorios se adaptaron y trasladaron hasta Sudamérica.  Sin embargo quiero hacer notar que a diferencia de los viejos modelos las murallas de ladrillo del nuestro la están haciendo bajo parámetros legales y delante de toda la comunidad internacional, quienes indolentes complacidos por las cuotas de petróleo nacional que llegan a sus países.
            En la calle puedo oír como muchos compatriotas se resignan a la situación simplemente porque algunos no han perdido pequeños beneficios. Otros esperan que alguna nación extranjera le ponga freno a la vorágines del Estado. Tal cual como lo hicieron muchos judíos quienes se dieron cuenta de lo terrible que vivirián y de lo que les aguardaba sólo cuando fueron desplazados a los campos de exterminio al este de Europa. Los rojos no necesitan las duchas para deshacerse de los indeseables, simplemente con la inseguridad y la crisis económica le basta, puesto miles son asesinados, mientras que otros miles se marchan como pueden al extranjero.
            Las redes sociales, uno de los pocos espacios de opinión próximamente serán controladas, ese miedo que ahora tienen muchos a hablar o a expresarse delante de un  revolucionario o “patriota cooperante” se va a trasladar seguramente al Internet.
            Queridos lectores esta no es una carta de desesperanza o de derrota al contrario es una reflexión acerca de lo que vivimos cada día y de nuestro papel en la construcción o no de ese muro, donde muchos murieron tratando de cruzarlo, por lo que les invito a meditarlo y compartirlo con sus amigos y familiares, si quieren conmigo también, se los agradecería.

martes, 24 de marzo de 2015

La verdadera invasión
Si hay que reconocerle un logro a la Revolución Bolivariana, es el hecho de cómo representan los sucesos  históricos ocurridos en el país, desde que el primer español piso tierras venezolanas. Es tanto así, que ilustres proceses como José Antonio Páez, por nombrar sólo uno, ha sido condenado por el Socialismo del siglo XXI al olvido y rincón de los traidores. Los  sucesos ocurridos durante los años 60s y 70s tampoco escapan a los nuevos libros de historia, donde guerrilleros castro comunistas, que luchaban armados hasta los dientes, dejando a su paso por los montes de Yaracuy, Falcón y como no nuestro Estado Lara, un rastro de sangre campesina e inocente, pasaron a ser héroes de la patria, llegando a ser comparados con hombre de la talla de Sucre, Rivas e inclusive el mismísimo Bolívar.
Esos guerrilleros atentaron contra los gobiernos democráticos elegidos por el pueblo de Betancourt y Leoni, por varios años, pero de donde recibían los recursos y el entrenamiento, la respuesta es muy fácil, de Cuba, la cual ha sido la única nación en nuestra historia republicana que ha enviado soldados armados a nuestro país, estos “camaradas”  han sido los únicos invasores, porque vale la pena destacar que ni Inglaterra ni Alemania llegaron a tocar suelo venezolano, en el tan citado suceso acontecido en las costas de la Guaira en 1902.
El intento de conquistar a Venezuela por parte del régimen cubano no sólo se limitaba a otorgar recursos  (armas, dinero, entrenamiento, municiones e ideologización), sino que fue más allá, como por ejemplo el intento de invasión por Chichirivichi en el año 66. Esta incursión donde participaron 8 cubanos y 6 venezolanos, entre ellos Lubén Petkoff, quien años más tarde le comentó al General Bernardo Rigores, que Fidel Castro les acompaño en otro barco hasta las aguas venezolanas y supervisó el mismo toda la operación de Chichirivivchi. El General Rigores, mi padre, quien además fue comandante del TO5, en Yumare, así como uno de los más importantes expertos en guerra de guerrillas, tuvo una participación más que activa en la lucha contra la Guerrilla, en compañía de otros destacados militares del ejército y la guardia nacional.

Fueron ésos hombres heroicos, los cuales defendieron la patria de los verdaderos invasores extranjeros, evitando así que el caos que reinó y sigue reinando en Colombia nos consumiera, lo paradójico, es que hoy nuestro ejército grita a toda voz consignas cubanas y “Viva Cuba”.

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