jueves, 17 de abril de 2025

Jeff Bezos y Slate Auto: la pickup eléctrica de $25,000 que podría cambiar las reglas del juego

En el competitivo mundo de los autos eléctricos, una nueva startup está dando de qué hablar: “Slate Auto” , respaldada por Jeff Bezos a través de su incubadora industrial Re:Build Manufacturing, esta compañía busca sacudir el mercado con una propuesta simple pero poderosa: una camioneta eléctrica compacta, funcional y asequible por apenas $25,000 dólares. En un sector donde los precios suelen dispararse, Slate apuesta por la inclusión y la eficiencia, sin sacrificar diseño ni tecnología.


El nacimiento de Slate 

El nacimiento de Slate Auto no es casualidad. Fundada en 2022 y con sede en Troy, Michigan, la empresa ya ha recaudado más de $111 millones en una ronda de financiación Serie A. En la lista de inversores están nombres pesados: además de Bezos, figuran Mark Walter (propietario de los Dodgers) y Thomas Tull, ex CEO de Legendary Pictures. Con ese respaldo, Slate empieza su camino con paso firme y una idea clara: democratizar el acceso a los vehículos eléctricos. Adicionalmente, ya es conocido que desde un tiempo viene contratando talento de Ford, GM y otras grandes empresas automotrices estadounidenses, pero en lo que respecta a la página web, E-comerce, o la experiencia automotiva se ha incorporado talento proveniente de Amazon

    La primera propuesta de Slate es una pickup eléctrica de dos puertas, diseñada para ser práctica, resistente y minimalista. Inspirada en clásicos como el Ford Model T y el Volkswagen Beetle, su objetivo es ofrecer un vehículo confiable, pensado para quienes necesitan un transporte funcional y no están dispuestos a endeudarse por décadas. Ideal para trabajadores, emprendedores, pequeños negocios o primerizos del volante.

    La producción está proyectada para 2026 en una planta ubicada en las afueras de Indianápolis, Indiana. Paralelamente, han abierto un estudio de diseño en Long Beach, California, apuntando a una estética cuidada, pero sin lujos innecesarios. La estrategia es clara: un diseño eficiente, bonito y accesible, sin complicaciones.

En un mercado donde el precio promedio de un auto nuevo supera los $40,000 dólares, Slate se perfila como un actor disruptivo. Competirá con gigantes como Tesla, Rivian o Ford, pero desde un enfoque opuesto: menos, es más. Mientras otros prometen lujo y autonomía extendida, Slate apunta a lo esencial: transporte asequible, confiable y ecológico.

    Otro de sus diferenciales está en el enfoque colaborativo. La startup planea implementar tecnología de código abierto en parte de su software, lo que permitiría a desarrolladores externos contribuir a mejoras, personalizaciones y nuevas funciones. Una comunidad que podría convertirse en clave para su evolución. Así como introducir un nuevo concepto a la industria, la camioneta no será algo que sólo conduces sino que crece contigo.

   


El rol de Jeff Bezos en Slate

 El respaldo de Jeff Bezos no solo suma capital: también visibilidad y experiencia. Bezos, fundador de Amazon y uno de los empresarios más influyentes del planeta, ha demostrado tener olfato para detectar oportunidades transformadoras. Su historial lo avala: desde revolucionar el comercio con Amazon, hasta sus incursiones en el espacio con Blue Origin, pasando por su inversión en The Washington Post y proyectos de inteligencia artificial. Slate Auto podría ser otro de esos movimientos con potencial de redefinir una industria entera.

Vale la pena destacar que no es la primera incursión del multimillonario en el mercado de vehículos eléctricos, puesto que años atrás invirtió en la compañía de pick ups electrificas Rivian a través de Amazon, sin involucrarse tanto a diferencia de ahora.


   Con la promesa de un vehículo eléctrico por menos de $30,000 dólares, Slate Auto podría marcar un antes y un después en la masificación de la movilidad eléctrica, lo que podría ayudar a revitalizar y reanimar al mercado, que por los altos precios se ha venido enfriando en los últimos años. Por lo que puede ser un hito la aparición de esta pick up, daría un al tablero, donde ya no se trataría solo de innovación, sino de acceso. De llevar la transición energética a las masas. Si logran cumplir con los plazos y mantener la calidad prometida, podrían abrir una nueva era donde los EVs no sean un lujo, sino una opción real para todos.

Mientras el mundo observa, Slate trabaja en silencio, sin grandes anuncios ni promesas vacías. Pero si algo ha demostrado la historia de la tecnología es que las revoluciones suelen comenzar así: con una idea clara, un problema por resolver y la voluntad de cambiar las cosas desde la base.

Para seguir sus avances, puedes visitar su página oficial: https://slateauto.com

 

De las llantas a las estrellas: la sorprendente historia de la Guía Michelin y su impacto en la gastronomía mundial

    Todos los años, los amantes de la gastronomía aguardan con ansias la publicación de la Guía Michelin. Para muchos chefs y restaurantes, conseguir una estrella Michelin no solo es el sueño de toda una vida, sino también el pasaporte al reconocimiento global. Pero lo que pocos saben es que esta prestigiosa guía nació con un propósito muy distinto al que tiene hoy. ¿Te imaginas que el símbolo del refinamiento culinario comenzó como una estrategia de marketing para vender llantas? Pues sí, querido lector, así es como empezó esta historia que terminó cambiando la forma en que comemos y viajamos.

Primera Guía Michellin



El curioso origen de la Guía Michelin

Para entender el nacimiento de la Guía Michelin, tenemos que remontarnos a Francia en el año 1900. En aquel entonces, los hermanos André y Édouard Michelin fundaron una empresa de neumáticos: “Michelin”. La nación Gala tenía sólo unos pocos miles de autos en circulación, por lo que el verdadero reto era convencer a las personas de que viajar en automóvil valía la pena… y que, por supuesto, era necesario cambiar las llantas cada cierto tiempo.

¿Cómo lograrlo? Sencillo: incentivando los viajes por carretera.

Así nació la primera edición de la Guía Michelin, una pequeña publicación gratuita que ofrecía mapas, recomendaciones de hoteles, estaciones de servicio, consejos mecánicos como por ejemplo cómo cambiar una llanta… y sí, restaurantes donde hacer una parada durante el camino. La idea era clara: mientras más viajaban los conductores, más desgaste sufrían sus neumáticos. Una jugada de marketing magistral. En su primera edición se entregaron 35.000 ejemplares, hecho que fue todo un éxito.

Con el tiempo, la guía fue ganando popularidad, y los hermanos Michelin notaron que las secciones sobre restaurantes eran las más consultadas. Por ello 1920 empezó a venderse, con un contenido más refinado y orientado a la gastronomía y tan sólo 3 años más tarde (1926), comenzaron a otorgar una estrella a los establecimientos que se destacaban por su cocina. Años más tarde, se introdujo el sistema de una, dos o tres estrellas, que conocemos hoy:

  • Una estrella: cocina de alta calidad, que vale la pena probar.
  • ⭐⭐ Dos estrellas: cocina excelente, que justifica un desvío en el viaje.
  • ⭐⭐⭐ Tres estrellas: cocina excepcional, que justifica un viaje en sí mismo.

Para garantizar la objetividad, Michelin contrató inspectores anónimos que visitaban los restaurantes sin anunciarse, evaluando desde la calidad de los ingredientes hasta la técnica del chef, la armonía de los sabores, la creatividad y la constancia. Estos inspectores en sí son todo un misterio y objeto de culto en la cultura popular, gracias a series como “Emily in Paris” hicieron que el público se interesara y virilizara en redes el rol. Hoy en día se estima que sólo hay 100 inspectores en todo el mundo.

La estrella que puede cambiarlo todo

Obtener una estrella Michelin puede transformar por completo la vida de un restaurante. Aumentan las reservas, crecen las expectativas, se dispara la fama. Pero también hay una carga emocional fuerte: mantener la estrella es igual de difícil que ganarla. Algunos chefs han confesado vivir bajo una presión extrema, mientras que otros han renunciado voluntariamente al reconocimiento por el estrés que conlleva.

Sin embargo, el impacto positivo es innegable. Ciudades y pueblos enteros han sido puestos en el mapa gracias a un restaurante con estrella, impulsando el turismo y la economía local.

La Guía Michelin hoy

Lo que comenzó como una estrategia de marketing para una empresa de neumáticos se ha convertido en el estándar global de excelencia culinaria. Actualmente, la “Guía Michelin” abarca países de todos los continentes, y cada año millones de personas esperan sus publicaciones para decidir dónde cenar en su próximo viaje.



Además, la guía ha ido evolucionando con los tiempos: en los últimos años ha incorporado distinciones como el “Bib Gourmand” (para restaurantes con excelente relación calidad-precio) y “Estrellas Verdes” para aquellos comprometidos con la sostenibilidad. Esta modernización demuestra que la “Guía Michelin” no solo celebra la alta cocina, sino también los valores que importan hoy: responsabilidad ambiental, accesibilidad y autenticidad.

Un cierre con sabor a historia

Lo fascinante de la historia de la Guía Michelin es que nos recuerda cómo una buena idea de marketing puede trascender su objetivo original y generar un impacto duradero en la cultura. Lo que empezó como una manera de vender más neumáticos terminó revolucionando el mundo de la gastronomía, impulsando la calidad, la creatividad y el turismo culinario en todo el planeta.

Así que la próxima vez que leas sobre un restaurante que ha ganado (o perdido) una estrella Michelin, recuerda que todo comenzó con dos hermanos franceses, una fábrica de llantas… y una gran visión de futuro.

Para acceder directamente a la versión en español para Argentina, visita: https://guide.michelin.com/ar/es

domingo, 6 de abril de 2025

Kime, el robot camarero que podría salvar el verano (y la hostelería mundial)

En el verano de 2024, los hosteleros y restauranteros de la Costa Brava española se enfrentaron a un serio problema: no lograron cubrir las vacantes laborales en sus negocios. ¿El resultado? Un colapso operativo y un notable deterioro en la calidad del servicio ofrecido tanto a turistas locales como internacionales.

Este escenario no es exclusivo de España. Desde la reactivación del turismo global postpandemia, cada temporada veraniega bate récords de visitantes, pero la escasez de personal sigue siendo un desafío sin resolver.

Frente a esta realidad, una empresa española llamada Macco Robotics, con sede en Málaga —una ciudad costera que vive en carne propia esta problemática— decidió pensar de forma disruptiva y convertir el problema en una oportunidad de negocio. ¿La solución? Un robot llamado Kime, diseñado específicamente para atender a los clientes como un camarero automatizado.




¿Qué hace Kime?

Kime no es solo un robot simpático. Está diseñado para:
✔ Servir hasta 10 productos distintos por quiosco.
✔ Preparar cócteles, café, jugos, infusiones y copas de vino.
✔ Abrir botellas, servir cerveza, y hasta ofrecer bollería, ensaladas o snacks.

Se instala en un espacio de solo 2 metros cuadrados, puede realizar hasta 253 servicios por hora y operar 24 horas de forma autónoma. Además, cuenta con un sistema de pago integrado que permite a los propietarios gestionar ventas y gastos en tiempo real, de forma eficiente e inteligente.

Su interfaz intuitiva facilita la programación de nuevas recetas y su diseño versátil lo hace ideal para distintos tipos de establecimientos u eventos.



¿Cómo se ordena con Kime?

El proceso es tan simple como interactuar con una máquina de café, pero con esteroides:


Ordenar desde la pantalla táctil frente al robot.

  1. Elegir entre las opciones del menú.

  2. Pagar el producto.

  3. Kime procesa la orden y prepara el pedido.

  4. ¡Entrega el producto directamente en la mano del cliente!


Kime no está solo: conoce a Cart

Macco también ha desarrollado a Cart, un robot más pequeño, económico y adaptable, ideal para espacios reducidos o presupuestos más ajustados. Aunque ofrece menos funcionalidades, Cart sigue siendo una opción excelente para automatizar servicios en locales pequeños.


Más que robots: una visión humana

La visión de Macco Robotics va más allá de la automatización. Buscan fomentar la colaboración entre humanos y robots y facilitar su integración en la vida cotidiana. Uno de sus pilares es garantizar la seguridad alimentaria, manteniendo procesos eficientes y rigurosos en cada fase de preparación.

Toda la tecnología utilizada ha sido desarrollada íntegramente por la empresa española, lo que ha implicado más tiempo para su salida al mercado, pero también les ha permitido mantener un control total y asegurar una calidad superior.

Hoy, Kime ya ha conquistado otros mercados como:
🇺🇸 Estados Unidos (operando en Nueva York y Miami)
🇸🇬 Singapur (donde abrieron una oficina comercial)
🇳🇱 Países Bajos, 🇵🇹 Portugal e 🇮🇳 India


El futuro de la hostelería está aquí

Macco tiene claro que para triunfar en un mercado tan cambiante como el gastronómico, hay que conocer profundamente al cliente: qué le gusta, qué no, y cómo ofrecerle una experiencia personalizada.

Desde 2013, la empresa trabaja en soluciones tecnológicas y robóticas enfocadas en robotizar cocinas, optimizar la entrega de la última milla y mejorar la calidad de vida de quienes trabajan en sectores de alta demanda.

Kime no solo alivia la falta de personal, también ofrece una experiencia única, tan llamativa que se ha vuelto viral en redes sociales. ¿La gente pide un cóctel? Sí. ¿Pero también quiere grabar a un robot sirviéndolo? ¡Definitivamente!


🔗 Para conocer más sobre Macco Robotics y sus innovaciones, podés visitar su sitio web oficial: https://maccorobotics.es


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Durante la Época de Oro de Hollywood (1910–1969), un grupo íntimo y discreto de actrices, guionistas y directoras formó lo que hoy conocem...