De nuevo he quedado sorprendida y encantada al conocer otro logro de mi padre, él un hombre de ejército, de tanques, de estrategia, de historia, de leyes, de tantas cosas que no pude conocer por su muerte hace ya casi dos años, lo que compartí con él fue poco en comparación con lo que yo hubiese deseado, el vivir en ciudades distintas, sus ocupaciones, mis ocupaciones, las rutinas nos impidieron pasar largar horas y momentos de felicidad, pero los conquistados se convirtieron en frutos cosechados y bien aprovechados.
Su humildad quizás fue uno de los obstáculos para conocer esos grandes logros, o esas grandes personalidades que el mismo conoció, pero guardo la esperanza que con la apertura de un museo cívico militar donde él juega una pieza clave, me permita conocer al hombre que e engendro y al que me parezco tanto no sólo en el exterior sino también en la personalidad. La genética nos da regalos en ocasiones ni siquiera pedidos, pero en otras como se lo agradecemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario