Durante la Época de Oro de Hollywood (1910–1969), un grupo
íntimo y discreto de actrices, guionistas y directoras formó lo que hoy
conocemos como el “Círculo de Costura”
(The Sewing Circle), del cual vamos a hablar a continuación porque siempre es importante
recordar y visibilizar el largo camino hasta los derechos del día de hoy-
El club surge por iniciativa de la actriz del cine mudo Alla Nazimova, quien en
las fiestas del “Jardín de Alá” comenzó a reunir a mujeres en la intimidad de
sus mansiones para compartir confidencias, apoyo y libertad sexual fuera de los
reflectores públicos, vale la pena destacar que a partir de los años 30 se inició
una “caza de brujas” por parte de las autoridades, amparadas en el “Código Hays”. Norma que dictaba que debía mostrarse
en el celuloide y cómo, lo cual se tradujo, en persecución, censura, hermetismo
y por su supuesto una selección absoluta por décadas en temas como
homosexualidad, desnudez, blasfemias y/o crítica a la
religión. Esa situación llevo a muchas
estrellas a tener una doble vida, e incluso a matrimonios falsos conocidos como
los “lavender marriages” donde una mujer lesbiana se casaba con un actor homosexual,
lo cual era beneficioso apra ambos ya que les permitía “encajar”, por local se
hizo imperioso crear un espacio, para poder simplemente ser. Los hombres que sufrían
o eran acusados de homosexuales en esa época recibían tratamiento psiquiátrico
y eran parias sociales, en el caso de las mujeres era totalmente inviabilizado
y no reconocido, si bien para muchas era más fácil ocultarlo, era algo que simplemente
no existía o podía pasar.
Escondido con la fachada de un club de costuras, las reuniones
se fraguaban en la casa de la actriz rusa, así como en la morada de la diosa
germana Marlene Dietrich, quien
de hecho le dio su nombre. El club garantizaba discreción,
confidencialidad y apoyo mutuo.
Miembros famosos del club fueron la ya mencionada Marlene
Dietrich, la enigmática y diva sueca Greta Garbo, que nos había dado una
interpretación sincera y descarnada de la reina Cristina de Suecia y de su
romance con otra mujer, claro antes de la censura; Joan Crawford, Barbara Stanwyck, Claudette Colbert, Tallulah
Bankhead, Katharine Hepburn, Dolores del Río, Mercedes de Acosta, e inclusive la mismísima M
Este espacio no sólo fue un lugar
seguro de expresión sexual, sino que proporciono una comunidad de apoyo, que
tampoco estuvo exento de problemas, como la amarga y larga disputa entre Dietrich y Garbo, de la cual mucho se ha especulado, desde un
romance intenso entre ambas antes de la fama a disputas dentro del club por el
corazón de varias femeninas, la cuestión es que en varias ocasiones se le
consultó a la esfinge sueca si conocía a Marlene Dietrich, siempre lo negó refiriéndose
a ella con desdén y desprecio. Otra rivalidad que hubo fue la de Joan Crawford y Bette Davis, claro su disputa
se quedó en las paredes del club, se supo mucho después.
Este modesto club representó un
alivio para estas mujeres prisioneras de las convenciones sociales, así como un
escape para poder ser ellas sin temor a perder su carrera y se execradas, por
eso es importante representar y visibilizar para normalizar. Si bien la historia
del club se puede decir que es alegre, a
su vez es triste que tuvieran que esconderse y mantener una fachada para simplemente
ser, ellas tuvieron esa suerte hubo otras tantas mujeres que no tuvieron estos
espacios y es por esas miles que es tan importante celebrar los derechos que
hoy goza la comunidad en varios países, porque lamentablemente esta triste
realidad sigue vigente en pleno siglo XXI en muchas partes.