martes, 15 de febrero de 2022

10 años para salvar al planeta

                La monarquía inglesa es conocida en el mundo por llenar las páginas de los tabloides sensacionalistas de todo el mundo, pero hay un miembro de esta Casa Real que desde hace tiempo a llevando una cruzada a nivel global, y a diferencia de sus parientes nos trae titulares constantemente en temas de lucha contra el cambio climático. El príncipe William, hijo de la fallecida y adorada Lady D, con Carlos, el hijo mayor de Isabel II, se ha hecho a sí mismo,  y ha asumido con aplomo su rol y responsabilidad para construir un mundo mejor, sustentable, sostenible y limpio para las futuras generaciones, llegando a crear  inclusive un Premio Internacional conocido como el Earthshot Prize. 

William en la actualidad


     Esta iniciativa fue creada en el 2020, personalmente por William, conjuntamente con una alianza global que incluye otras figuras de todo el planeta, con el objetivo de inspirar, promover y multiplicar una nueva generación de pensadores, líderes y soñadores para reparar nuestro planeta, todo ello durante 10 años. La idea es que para el 2030 los objetivos del premio, que constituyen sus categorías de competición, sean alcanzados, promoviendo las ideas. Iniciativas, proyectos, empresas y hasta acciones gubernamentales, otorgando al ganador un millón de libras esterlinas para que siga desarrollando su trabajo, así como el apoyo y reconocimiento mediático.

Fotografía tomada por Andrea Rigores, Amazonas venezoalno (2011)

                El premio tiene varias categorías de competencias o Earthshots, que están centradas en puntos clave que hasta el 2030 deberán ser cruciales para la reparación de la salud del planeta. Los Earthshots son:  proteger y restaurar la naturaleza, crear un mundo sin desperdicios, revivir nuestros océanos, limpiar el aire y finalmente reparar el clima. Si bien los objetivos del premio son ambiciosos, el foco del Premio es poder motivarnos a todos como humanidad para que al final de la de esta década podamos recuperar el equilibrio de nuestro planeta. Entre las actividades de reparación del planeta están el limpiado de océanos y playas a gran escala, así como de corales y sus preservación, desarrollo de tecnología  y modelos de negocio en pro del ambiente su conservación y cuidado, así como de los lideres y gobiernos que apliquen o promuevan políticas alineadas con los Earthshots, ya sea castigando y poniendo la caza y tráfico de animales, o que generen puesto de trabajos en economías circulares y sostenibles, así como la lucha contra la desforestación y destrucción de la naturaleza. El premio reconoce la labor de los que plantan árboles, reducen los residuos, así como promueven y educan buenas prácticas para ello.

Fotografía tomada por Andrea Rigores, Amazonas venezoalno (2011)

               Ahora bien, quizás no seamos alguno de los candidatos o ganadores del Premio ni tampoco seamos miembros de una ONG o gobierno, pero desde nuestros hogares, trabajos y escuelas podemos hacer muchísimo, no sólo en la trinchera de la  divulgación de iniciativas de este tipo en las redes, sino también educándonos e informándonos en estrategias y técnicas para sanar al planeta, ya sea desde cambiar los focos de luz a ahorradores, o desconectar el cargador del celu mientras no lo usamos, reciclando, donando cosas que ya no usemos, reutilizando otras e inclusive llevar nuestra propia bolsa la supermercado, estas pequeñas acciones suman y cuentan, así que manos a la obra que tenemos una década por delante.

 *Para más información:  

https://earthshotprize.org/es/

 

viernes, 11 de febrero de 2022

Claves para entender la Inteligencia Emocional

     Los últimos años han sido toda una revolución, no sólo en el campo de la ciencia o la tecnología, sino también en el ámbito de las emociones y de cómo las expresamos. Ahora es mucho más común escuchar o ver a figuras famosas como el príncipe William, quien con su esposa hablan y lideran fundaciones para promover la salud mental y temas relacionados con la inteligencia emocional, así como figuras del deporte admitiendo su vulnerabilidad emocional, pero que con la ayuda de expertos pudieron resurgir en su mejor versión.

El cambio de mentalidad en comparación con el pasado ha sido contundente; estos temas eran dejados para los psiquiatras o inclusive en algunas sociedades eran un tabú, sin embargo hoy podemos ver su impacto hasta en los equipos de desarrollo de software, asociados con personas frías, racionales  o clichés de sujetos robotizados, lo cual ha venido quedando atrás, hoy en día empresas como Google o Facebook, en sus planes de carreras y competencias para sus empleados hacen énfasis en temas como el control de impulsos, empatía, habilidades sociales y hasta  cómo se relacionan sus colaboradores, puesto que en los nuevos entornos digitales la colaboración es un hito a alcanzar, más allá del desarrollo y la experticia técnica.

            Pero a todas estas ¿Qué es la inteligencia emocional (IE)?, Daniel Goleman, un psicólogo/psiquiatra norteamericano, es uno de los mayores referentes  a nivel mundial, siendo el precursor en su libro del año 95 “La Inteligencia Emocional” la define (IE), como “La capacidad de reconocer nuestros sentimientos y los de los demás, de motivarnos y manejar adecuadamente nuestras emociones” Este breve, pero disruptivo, concepto en su momento, cambió por completo como  vemos lo que significa ser inteligente, no sólo se limita a la capacidad de resolución de problemas matemáticos o habilidades entorno al lenguaje.

            Las personas que tienen niveles alto de IE, tienen características específicas, como son el autoconocimiento, es decir saben cómo se sienten y sus estados de ánimo, así como su impacto en el ánimo de los demás; otro rasgo es la autorregulación, que no es más que el control de los impulsos antes de actuar; la empatía es otra característica imprescindible, no sólo para las otras personas, sino también para sí mismos. Las habilidades sociales también están presentes, puesto que las características anteriores, les ayudan a las personas a relacionarse y reconocer las emociones de los otros, lo cual hace bastante fácil su conexión. Finalmente, la automotivación juega un papel fundamental en la IE, puesto que no se desesperan por el reconocimiento externo y ante la adversidad pueden motivarse a sí mismos y tener la fortaleza para seguir adelante.



            Entonces ¿podemos aprender o mejorar nuestra IE? obviamente que sí, los seres humanos tenemos un cerebro maravilloso, adaptativo y   flexible, así como podemos aprender un nuevo idioma, o habilidad también podemos hacerlo, es más a medida que vamos creciendo y viviendo experiencias, ya sean negativas o satisfactorias,  ésta inteligencia se va desarrollando, no somos los mismos críos que teníamos una rabieta por un juguete u otro capricho infantil. Más, sin embargo, como adultos siempre podemos mejorar, por ello te traigo una serie de recomendaciones simples y prácticas para ayudarte con ello:

-        Reconoce cómo te sientes y dale el nombre correspondiente, las emociones tienen nombre, si bien a veces podemos sentir la rabia como un ardor en la garganta, o la tristeza en el estómago, es importante que esa somatización reciba en nombre correcto, por ejemplo “Me tiemblan las manos, porque me siento impotente”.

-        Pregúntale sinceramente, mirándolo a los ojos a otro, cómo se siente, esto nos permite conectar con los demás y empatizar, así como es un puntapié para aprender a identificar las emociones de los demás.

-        Suprimir y reprimir no son una opción, el punto en este sentido es moderar y regular esas emociones, así como encontrar el espacio y  momento adecuado para su expresión.

-        Al sentir que estamos desbordados, cuenta hasta 10, 100, 1000, hasta donde sea necesario, pero concéntrate en la cuenta, no rumees, céntrate en la respiración mientras cuenta. Toma distancia de la situación o la persona, hasta que puedas regular como te sientes, una pausa no te hará daño.

-        Escribe lo que estás sintiendo para liberar ese sentimiento, también puede ayudarte a calmar. 

La IE, es una actitud maestra como pueden ver que puede favorecer o desfavorecer nuestras otras actitudes, por eso es importantísimo ejercitarla, así como poder enseñarselas a nuestros hijos desde pequeños para que al crecer sean individuos sanos. Sería fabuloso que este tipo de temas también pueda ser parte del currículo formativo en las escuelas y no esperar hasta a algún posgrado o formación específica para familiarizarnos con estos términos, pero hoy tu puedes empezar desde tu espacio, ya sea laboral, familiar o grupo de amistades, recuerda siempre no son las circunstancias, son nuestras actitudes hacia ellas.

*Para más información puedes recurrir a los libros de Daniel Goleman en Amazon:

https://www.amazon.es/s?k=daniel+goleman&__mk_es_ES=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&crid=3QOCV8N9T2VHD&sprefix=daniel+%2Caps%2C811&ref=nb_sb_noss_2

 

El “Club de Costura” de Hollywood: un refugio secreto para mujeres queer

Durante la Época de Oro de Hollywood (1910–1969), un grupo íntimo y discreto de actrices, guionistas y directoras formó lo que hoy conocem...