El Canis familiar o perro como comúnmente lo conocemos
viene acompañándonos como especie desde hace más de 30.000 años, pero no es
hasta ahora que su empleo como terapeuta o “confort dog” como son
llamados en inglés, se ha convertido en un boom, por ejemplo ya es más habitual
ver a nuestros peludos amigos a bordo de una cabina de avión, o acompañando a
niños con autismo, pacientes de Alzheimer entre otras dolencias.
Primeramente,
tenemos que distinguir, que no es lo mismo un perro de servicio, que ya vienen desempeñándose
desde hace un bien tiempo como acompañante de personas con discapacidad, los
mismos han sido entrenados para realizar tareas, movimientos o actividades que
ayuden a sus amos, en este sentido ya existe hasta marcos legales, bastante
estudio y documentación al respecto. Pero los perros terapeutas, recién están estableciéndose,
los mismos son entrenados para ser pacientes, tranquilos, no alterarse ante
extraños o ruidos, así como a ser gentiles y obedientes a sus acompañantes.
Sin
embargo, no es necesario anotar a tu perro marca ACME o de una raza especifica
en una academia para que pueda brindarte compañía y muchos de los beneficios para
tu salud mental o física, recientemente documentados por investigadores de todo
el mundo. Uno de los casos que demostraron el impacto positivo de las mascotas
en general, fueron los hallados por la Universidad de Liverpool, quienes estudiaron
personas que había sufrido
de un ataque cardiaco, teniendo 4 veces mayor oportunidad de sobrevivir y reponerse
aquello sujetos que tenían una mascota, en comparación de los individuos que no
tenían. Otros hallazgos sobresalientes, han sido los encontrados con personas
jubiladas, quienes, tras adoptar a un perro, especialmente si son de la calle,
han incrementado su actividad física, así como disminuido la presión arterial,
pero sin duda alguna, lo más significativo es el nuevo propósito de vida, Kristie
Litrell, de la Sociedad de Mejores Amigos de los Animales, comenta que “Ellos
(animales) forzar a las personas a continuar haciendo cosas”, así como “Ayuda a las personas a preocuparse por otras
más que ellos mismos y a levantarse de la cama para poder hacerse cargo de sus
amigos de cuatro patas”.
El amor
incondicional de los perros a su vez ayuda a niños y niñas en temas de
autoestima y de autoimagen positiva, ya que el vinculo y amor que la mascota les
da a sus dueños, les genera seguridad y confianza, así como les enseña a
vincularse y establecer lazos con otros, más allá de los padres. Los perros
pueden utilizados como impulso para fomentar hábitos de paciencia, responsabilidad
y hasta tolerancia a la frustración a los más pequeños de la casa.
Finalmente,
se ha comprobado como la adopción de perros que provienen de la calle puede
ayudar a fortalecer vínculos familiares, así como a darle una oportunidad a una
creatura que se desborda en lealtad y amor, eso sí hay que entender que algunos
pueden venir lastimados o traumados, así que paciencia. Por otro lado. Al decidir
aceptar o incluir a uno canino en la familia, hay que tener más que claro que
es una responsabilidad, que es un ser vivo, que requiere de amor, cuidados, alimentación, limpiarlos
y atención, la idea es darle una oportunidad y calidad de vida no hacerlo por
un impulso o moda, esto puede lastimar y romper el corazón del perro, quienes
se ha evidenciado su increíble capacidad para vincularse y empatizar con su amo.