Hace
algún tiempo tuve la posibilidad de trabajar en una cárcel venezolana, para ese
entonces el Centro Penitencial de Centroccidente, mejor conocido como Uribana,
era una de las cárceles más peligrosas de América Latina y quién sabe si del
mundo.
Me desempeñaba como psicóloga,
en una Junta Evaluadora que debía establecer un perfil de cada interno, yo no era la única en el
equipo, porque un abogado, un sociólogo o trabajador social, y endocrinólogo me
acompañaban, en ocasiones también participaba un médico psiquiatra. Nuestro
trabajo consistía en evaluar de forma individual a los privados de libertad,
luego de entrevistar debíamos discutir su situación y posible o no reinserción social.
Es en este último punto donde quiero hacer énfasis, porque según mi análisis y opinión es uno de los factores más
importantes en los altos índices de criminalidad en el país.
Tuve la posibilidad de entrevistar y evaluar al 50% de la
población femenina de la prisión, así
como a una muestra bastante representativa de la sección masculina, además de mi grupo se encontraban en Uribana
siete equipos más haciendo lo mismo, con los que discutíamos y hablamos de los
casos. Quiero añadir que para ese momento no se encontraban separados los penados
por su grado de peligrosidad, además para ese momento la mayoría de las mujeres
privadas de libertad se habían mudado a la sección masculina y finalmente a
Uribana llegaron 400 privados provenientes del Rodeo, quienes fueron sobrevivientes
de la masacre y guerra , tras la cual la prisión fue pacificada.
En esos momentos tan convulsos de la prisión se produjeron
varios cambios en su dirección y manejo del personal, lo cual se vio reflejado
de inmediato puesto que se nos tenía la entrada negada hasta que Iris Varela en
persona recorrió las instalaciones e hizo arias treguas con los Pranes para la
realización de nuestro trabajo dentro del Penal.
No
hablaré mucho sobre las condiciones de los privados dentro del penal, sino más
bien de su psique y personalidad.
Quiero empezar definiendo el primer grupo que capto mi
atención ya que constituye el más numeroso de mi estudio, los voy a denominar “los
Jimmy” puesto que así se llama el primero de ellos que entrevisté. Las características
de “los Jimmy “eran las siguientes:
Empezaron su vida criminal antes o en los 10 años de edad
como edad media.
Provenían
de hogares completamente disfuncionales, por lo general monoparentales, de familias
muy numerosas.
Se
destacaba la posible de presencia de un trastorno o retraso cognitivo.
A
penas conseguían terminar la educación primaria, en ninguno de los casos
terminaron el bachillerato.
Los crímenes
más comunes en este grupo son: el robo de autos, homicidio, posesión y tráfico de drogas.
La
vida criminal era lo único que conocían y su edad promedio estaba entre 20 y 21
años.
En
la estructura de la cárcel no ocupaban cargos o no tenían responsabilidades.
La mayoría
cumple con los criterios de diagnóstico de un Trastorno de personalidad
antisocial, los cuales presento a continuación
A. Un patrón general de desprecio y
violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15
años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems:
1. fracaso para adaptarse a las normas
sociales en lo que respecta al comportamiento legal,
2. deshonestidad, indicada por mentir
repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio
personal o por placer
3. impulsividad o incapacidad para planificar
el futuro
4. irritabilidad y agresividad, indicados por
peleas físicas repetidas o agresiones
5. despreocupación imprudente por su seguridad
o la de los demás
6. irresponsabilidad persistente, indicada por
la incapacidad de mantener un trabajo con constancia
7. falta de remordimientos.
B. El sujeto tiene al
menos 18 años.
C. Existen pruebas de un trastorno
disocial que comienza antes de la edad de 15 años.
D. El comportamiento antisocial no
aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio
maníaco.
Es
impresionante leer estos criterios de diagnósticos
aportados por el DSM IV. Que es una manual elaborado por la Asociación
Americana de Psicólogos donde se fijan las condiciones para diagnosticar a una
paciente psiquiátrico.
Como
ven,, no se trata de simplemente de un problema de luchas de clases o de
marginación social o económica, sino de un problema de salud y seguridad
pública, el cual no está siendo atendido puesto que los privados son enviados a
la libertad bajo figuras jurídicas de
beneficios, sin medicación o atención psiquiátrica, por lo que en su mayoría
vuelven a delinquir, en algunos casos se presentan con mayor carga de
agresividad, sin embargo lo más grave de todo es que estos jóvenes,
quienes han desarrollado este trastorno sin intención, sino por un sistema escaso
de oportunidades, una sociedad violenta, familias desmembradas van a influir
negativamente en los jóvenes y niños que tengan a su alrededor arrastrándolos a
ese círculo, por lo que esto se ve reflejado en el aumento de las tazas
criminales y en a disminución de la edad de los delincuentes.
Además vale la pena añadir que por lo general los miembros
del grupo Jimmy ya tenían hijos o mujeres embarazadas, lo que iba a prolongar
la cadena de pobreza y violencia.
Más adelante les mostraré otros grupos más peligrosos que
pude entrevistar y agrupar mientras me
desempeñaba dentro de la prisión, los
Jimmy son los más peligrosos fuera de la calle, más no dentro de la prisión.